jueves, 15 de enero de 2009

La Responsabilidad

Este artículo versa sobre como los seres humanos ejercemos eso que llamamos Responsabilidad.

El concepto de Responsabilidad en el ser humano no es un elemento banal pues hoy en día (principios del siglo XXI) es un concepto que vuelve a la palestra de la opinión, según unos, por causa de su desaparición, ya sea en la política, en la familia, en los grupos sociales y en definitiva en el comportamiento de las personas, según otros, por la necesidad de revisar y ajustar este termino para hacerlo más acorde con las ideas de este tiempo, despojándolo de antiguos empleos y otros usos desaconsejados.

Como me encuentro más bien en el segundo grupo, empezaré por revisar sus orígenes y usos heredados.


ORIGEN DEL TERMINO

Su origen está en el vocablo latino responsum que es supino de respondere, responder. Entonces etimologicamente, significaría:


Habilidad de responder


DEFINICION FORMAL

Formalmente las definiciones que aparecen en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, son:

    responsabilidad
  • f. Cualidad de responsable.
  • f. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal.
  • f. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado.
  • f. Der. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.
    responsable
  • adj. Obligado a responder de algo o por alguien.
  • adj. Dicho de una persona: Que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.
  • com. Persona que tiene a su cargo la dirección y vigilancia del trabajo en fábricas, establecimientos, oficinas, inmuebles, etc.


MI DEFINICION

En el caso que nos ocupa la definición de responsabilidad está circunscrita al entorno propio de la persona -en un primer momento-, proyectándose de forma natural a la sociedad en la que vive.

Según mi propio criterio, es:

La potestad de asumir y ejercer en libertad un compromiso, ya sea con uno mismo, ya sea con otras personas.

Antes de proseguir quiero dejar bien delimitado que compromiso lo utilizo aquí como "hacerse cargo de ...", y no con el sentido de promesa.

Esta definición se plantea desde una perspectiva apriorística, es decir, que la persona decide y elige entrar en el compromiso antes del hecho en si, contrariamente a como se plantea en las definiciones segunda, tercera y cuarta del D.R.A.E. donde se utilizan formas verbales que indican hechos o situaciones a posteriori.


ANTES DE LA EJECUCION DEL HECHO

De esta manera la persona autenticamente responsable es la que aun no sabiendo como sucederán los hechos, elige libremente algo que le compromete con su resultado, ya sea que este sea positivo o sea negativo. Esta es la grandeza de la responsabilidad puesto que el compromiso deja de serlo con respecto al resultado y se asocia al hecho.

La persona que así decide se compromete con la vivencia y participa de ella no importándole cual sea el resultado. Bien, esto podría parecer exagerado, no se trata de que no le importe el resultado, claro está, seguramente le importara y mucho, pero no prescinde de la vivencia ante la posibilidad de que el resultado no sea de su agrado. En ese momento la atención se fija en el hecho comprometido, dejando como pendiente el propio resultado.

Esto que parece tan evidente, no lo es tanto si entendemos que muchas personas evitan comprometerse con alguna vivencia, por la posibilidad de que esta misma no tenga el resultado esperado.


DURANTE EL HECHO

Cuando la responsabilidad ha sido aceptada, no queda sino ejercerla. Esto no significa que se deba hacer algo en concreto. Aquí la ejecución de la misma no es en sí una tarea tangible, como coger un objeto o conducir un coche.

Ejercer la responsabilidad es permanecer en situación de responsable desde el momento en que se acepto el compromiso, hasta su fin pactado. En todos los casos esto supone supervisión, control y dirección del hecho comprometido, si bien esto no queda claro para muchas personas, pero bueno esto es un tema que trataremos más adelante.

Lo importante aquí es que esta es la fase primordial y productiva del proceso. De la adecuada ejecución de la misma se producirán los resultados esperados (o no).


viernes, 9 de enero de 2009

Momentos luminosos (y II)


¿Cuantas veces durante el año nos ponemos delante de nuestro YO? ¿Que hacemos en esos momentos?


Esas pocas veces que durante un año somos capaces de reconocernos, de revisarnos sin filtros ni caretas, de vernos contrastados contra el fondo de nuestro entorno, esos momentos que llamamos “Momentos luminosos”, la mayoría de las veces, en un arrebato de auto-sinceridad, sin engaños ni otros compromisos, nos preguntamos por nuestra deriva vital, nuestra trayectoria en este mundo.


Es en esas veces en las que nos damos cuenta que generalmente no somos capaces de contestarnos. Así mismo nos damos cuenta que no tenemos, eso que ahora esta de moda de, una “hoja de ruta”.


¡Uhhhmmm! Se preguntará el lector... ¿Eso se puede tener? ¿Es necesario?


Empezare contestando por la segunda cuestión. No es necesario para vivir. Punto. La gran mayoría de las personas que componen eso que se llama “la humanidad” no tienen, ni tendrán una “hoja de ruta”.


Digamos que estamos hablando de algo que pudiera ser calificado en ciertos lugares de un “lujo innecesario”, sobre todo si no sabe si ese día podrás comer, o si tu vida corre serio peligro. Bueno, pero eso se da en otras circunstancias.


Para los componentes de las sociedades del primer mundo, sin llegar a ser completamente necesario, cada día que pasa se puede apreciar, que es un valor más y más importante. ¿Que persona que quiera llegar a hacer con su vida algo importante no se plantea una estrategia, o por lo menos, una dirección a la que dirigirse? ¿Como sino se pueden conseguir los objetivos deseados, sino es con algún tipo de orientación?.


Ahora voy a por la primera cuestión. Claro que se puede tener. De alguna manera, en otros tiempos esto es daba de varias formas:



  • Un padre o madre que dejaba un negocio en marcha a sus hijos

  • Un saga de profesionales (padres notarios-hijos notarios, padres médicos-hijos médicos)

  • Vocaciones impuestas por los padres (religiosos, militares, intelectuales, etc.)

  • Vocaciones sobrevenidas en época juvenil

  • Sueños de juventud (viajar por el mundo, tener muchos hijos, ser dueño de un negocio)


En resumen, se hacía de manera semi consciente. Me explico. El sujeto planeaba (o le planeaban) la vida en pro de un objetivo, pero no se procedía al estudio y aplicación sistemática y abierta de una estrategia (exceptuando en casos muy concretos), como ahora se hace.


Y ¿Como se hace ahora?


Ahora, en muchos casos, las personas, aun conociendo sus objetivos, cuentan con profesionales que les asisten en su camino y trayectoria vital. Es es debido a que las sociedades, las relaciones humanas, las circunstancias del mundo moderno, son más diversas y más complejas.


Por ejemplo, antes el que quería ser militar se apuntaba al ejercito y a recorrer el escalafón con esfuerzo y paciencia. Ahora se necesitan además conocimientos técnicos, idiomas, diplomacia y en no pocos casos psicología y PNL (Programación Neurolingüistica).


Pero sobre todo el hombre/mujer de hoy en día no busca solo el objetivo tangible de posicionarse laboralmente en la sociedad; también busca tener una vida equilibrada entre los laboral y los personal, compartirla con la o las personas que más se ajusten a ese ideal de vida, ser razonablemente feliz, disfrutar de los frutos de su esfuerzo, en resumen, tener una vida satisfactoria y sobre todo, y por encima de lo demás, QUE TENGA SENTIDO.


Todo ello provoca que las propias capacidades, de los valores y creencias que cada persona atesora, deba ser ajustado para conseguir el objetivo deseado, y eso, mal que nos pese, es muy, pero que muy difícil hacerlo como se suele decir “a pelo”. Es necesario hacerlo con ayuda de un profesional. En unos casos si el objetivo es muy, digamos, técnico, lo más aconsejable será la asistencia de un mentor (persona que supervisa, y en algunos caso forma, la progresión profesional o académica de un pupilo).


Para el resto de objetivos no tan técnicos, la asistencia más adecuada será la de un Coach Personal, ya sea orientando el proceso de Coaching más hacía la carrera profesional, ya hacía la vida privada.