tag:blogger.com,1999:blog-74958734148367601552024-02-07T07:29:16.653+01:00Asesor VitalReflexiones y apuntes sobre la vida y sus circunstanciasAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.comBlogger30125tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-61708234950657791812010-12-30T14:12:00.008+01:002010-12-30T15:03:03.578+01:00Transmutar<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><p>He leído por ahí que transmutar se conoce como "<span style="font-style: italic;">El arte de transformar o cambiar de naturaleza, forma, estado o sustancia algo de poco valor hacia algo de mayor valor</span>".</p><p>Me viene al pelo esta definición porque este artículo viene a anunciar la transmutación de <span style="font-weight: bold;">Asesorvital</span>, en una nueva marca y empresa, <span style="font-weight: bold;">oxCoaching</span>, en la que no voy a estar solo, sino en buena compañía, iniciando una nueva aventura profesional.</p><p>Curiosamente, me acabo de dar cuenta, que he renunciado a utilizar el termino "cambiar", del cual soy un ferviente defensor. Bueno, voy a ser condescendiente conmigo mismo y me excusaré diciendo que lo de "transmutar" me ha gustado, me ha sonado con más empaque y proyección.</p><p>Realmente estamos hablando de lo mismo. Ya dije anteriormente, en alguno de mis artículos, que cambiar solo se entiende si es "a mejor". Lo otro se llama decadencia, que es cuando se cambia hacía peor, como consecuencia de no hacer nada, o hacer lo justo para no evolucionar.</p><p>La evolución es una fuerza constante que se da en todas las cosas. En las tangibles ya se expresa como un axioma científico que declara que la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma. En las intangibles -las ideas y los conceptos, los conocimientos, etc…- la evolución tiene el mismo mecanismo, o se mejoran, o empeoran, pero nunca desaparecen.</p><p>Y como esto no es un comienzo ni un fin, se podría expresar en clave científica como <span style="font-weight: bold;">transformación</span>, aunque he elegido llamarla <span style="font-weight: bold;">transmutación</span> por el matiz este de "algo de poco valor" hacía algo de "mayor valor".</p><p>Un momento, no diría en este caso que de "poco valor", más bien, de "menor valor".</p><p>¿Para que esta transmutación? Para mejorar.</p><ul><li>… y también para dar ejemplo</li><li>… para aplicarme mis propias convicciones </li><li>… porque de cuando en cuando hay que renovarse (o morir)</li><li>… porque es sano</li><li>… porque de cuando en cuando conviene hacer el esfuerzo de conseguir pasar a un nivel superior (aunque siempre tengamos la inquietud de caernos en el intento)</li></ul><p>Y también, PORQUE PUEDO.</p><br /><p>A partir de ahora estoy ya en . . .</p><br /><div style="width: 360px; margin: 0pt auto;"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 22px; height: 26px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNasY05cucIRq0oJyW0aNG2RuspvH-HY4nz9_Bg0Ah0JqcYh9_YyUXajN5f6M2hQMiP6Lf1HQRf2aa2WGOeAszsLjSVKk9G10Vn0SCwc-hryJyjDH6hDj5oUfHZIvtuown73EGIf1agdQ/s320/quot_i.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556464639844351810" border="0" /> <span style="font-size:180%;"><a href="http://www.oxcoaching.com" target="_blank"> www.oxcoaching.com</a></span><img style="float: right; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 22px; height: 26px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMW3NvUYIFWWyjs5Todye5f7oH38UuHJ6_Om7HhyphenhyphenU8BzfEDaUxz_pP6q6110uqO762cxvWtqY15sXPEvVA3zSOVW4uHT4kt-8d7BMoC5BJZ1QWVsY-HOHAUOHLwmko3iD_zEUit_7hj8g/s320/quot_d.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556464490795008498" border="0" /></div><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-46772166565320115422010-11-29T12:04:00.002+01:002010-11-29T12:09:20.305+01:00¿Te lo puedes creer?<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><p>Si hay algo de lo que podamos dudar, sin lugar a dudas es de las creencias.</p><p>Una de las facetas del ser humano que más han abordado los filósofos y los científicos ha sido la relación entre el hombre y la percepción de su entorno y su vivencia, entrando en campos tan complicados como la representación de la realidad, la validez de la información captada por los sentidos, la interpretación de dicha información y las reacciones a dichas interpretaciones.</p><p>A estas alturas (de la historia) todavía andamos a vueltas con esto, teniendo cada más información pero sin conclusiones definitivas. En tanto esto ocurre, la mayoría de la humanidad de por bueno lo que otros humanos dicen haber interpretado, ya sea en tiempos pretéritos, ya sea en tiempos actuales. Son los conocidos como profetas, enviados divinos, iluminados, líderes tocados por la verdad, etc.</p><p>Las creencias, en el ámbito individual de cada persona, es un complejo sistema de ideas fijas, que apuntala a la persona en lo que a la interpretación de la realidad se refiere. Sirven para ser usadas de varemos o para resolver dudas o problemas si estos se plantean.</p><p>Estas las vamos coleccionando y reforzando desde nuestra tierna infancia y nunca dejamos de hacerlo.</p><p>Si nos damos cuenta, es un sistema básico para aprender, de tal forma que todo aquello que nos llega (experiencias, información, conceptos), y no rechazamos, pasa a formar parte de nuestra colección.</p><p>Hay de muchos tipos, pero básicamente se pueden segregar en dos categorías: las que nos ayudan en nuestro desarrollo como personas felices y plenas, y las que nos dificultan dicho desarrollo.</p><p>Cuando llegaron a nosotros entraron por dos frentes: uno es nuestro propio sistema de interpretación de lo percibido, el otro, lo que nos han dicho y que hemos aceptado como tal.</p><p>Empezare por el segundo. En este sistema de recolección de creencias, existen otras dos subcategorías, las creencias probables y las creencias improbables. Las probables, son aquellas que, como dice la propia expresión, se pueden probar por métodos científicos, y cuyo sistema de validación es, a su vez, verificable. Las improbables, son a su vez todo lo contrario, no son verificables en ningún caso, y solo se pueden mantener como tales en base a lo que llamamos “fe”. Lo más curioso es que esta última subcategoría genera creencias, en base a otras creencias, igualmente indemostrables. Y así hasta el infinito.</p><p>Pero eso no es todo, pues muchas de las creencias que entran por nuestro propio sistema de lo percibido, son interpretadas por creencias indemostrables, que van formando en nuestro sistema interno, un amasijo complicado de seudo-verdades por las cuales nos regimos y, en correspondencia, actuamos.</p><p><br />Limpiar y actualizar ese sistema de creencias, es una tarea necesaria sin la cual las personas no pueden crecer. Aunque bien pensado, esta afirmación es una creencia.</p><p>¿Te lo puedes creer?</p></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-87787961141190474602010-10-22T10:58:00.003+02:002010-10-22T11:04:52.850+02:00La personalidad falsa<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><p>Como ya apunte en un artículo anterior, se asocia la suerte y el destino con la manera de comportarse, creyendo que ambos son consecuencia de la personalidad, cuando en realidad esa “personalidad” es un montón de manías, creencias caducas, hábitos negativos y poses artificiales.</p><p>Esto es a lo que yo llamo la “personalidad falsa”.</p><p>Conozco algunas personas (aunque me consta que hay muchas más que tienen esta creencia), que afirman rotundamente, que sus comportamientos violentos, depresivos, pasivos, angustiados, ansiosos, posesivos o maniáticos, forman parte de su personalidad.</p><p>Después dan por zanjada la cuestión, pues entienden que la personalidad es algo inamovible, absoluto en si mismo, definitivo, y, por supuesto, irrepetible. Es decir, intocable, y en ningún caso discutible.</p><p>Realmente, lo que estas personas no saben (o no se atreven a saber) es que la personalidad es un concepto más flexible y cambiante de lo que piensan, es más, la definición de personalidad es todavía algo vivo y abierto entre los entendidos y expertos mundiales.</p><p>A nivel coloquial, me quedo con esta definición que resume bastante bien lo que la mayoría de la gente entiende por personalidad:</p><p style="text-align:center;font-style:italic">Combinación única de los rasgos de una persona</p><p>Es verdad que en muchas de las definiciones de expertos se repite una característica, la duración en el tiempo. Lo que parece es que, en ningún caso, la personalidad sea algo definitivo e inamovible.</p><p>Como puede ser algo inamovible si las personas somos seres complejos, cambiantes, sociales, y evolutivos.</p><p>Verdaderamente ¿Se puede mantener que siempre somos iguales, es decir, que somos la misma persona que hace dos días, por ejemplo? Físicamente, no somos la misma persona de ayer, aunque a simple vista no se note. Nuestras células no son las mismas. Unas han desaparecido, otras se han creado. Psicológicamente, tampoco somos la misma persona. Desde hace dos días hasta ahora hemos elaborado un montón de ideas en nuestra mente, hemos soñado, hemos sentido emociones, nos hemos comportado de varias formas y hemos utilizado otro tipo de recursos mentales. Todo ello ha producido un impacto en nuestras creencias, conceptos y valores que hace que nuestros comportamientos y relaciones hayan variado, pero claro, a simple vista tampoco se nota.</p><p>¿Qué hay entonces en esas afirmaciones rotundas sobre la personalidad?</p><p>Generalmente hay una postura defensiva ante los demás, ante la vida, ante el cambio. Es bien sabido que el miedo es producido por la necesidad de defenderse para preservar la vida. Esta en nuestra herencia genética y reside en la parte del cerebro que llamamos “cerebro reptiliano”, la parte de nuestro cerebro más antigua y en la que residen las emociones y el instinto de supervivencia.</p><p>Pero ¿Es realmente necesario hoy preocuparse por preservar la vida, al punto que lo hacían nuestros antepasados animales? En general, no, a no ser que se viva en zona de conflicto armado con un alto nivel de violencia. Para el resto de mortales que viven en zonas sin conflicto, en sociedades estructuradas y pacificas, el miedo lo es a la incertidumbre. Hemos cambiado el miedo al depredador (que nos puede comer) por el miedo al “que pasara”, o “que será de mi”.</p><p>Para combatir ese miedo, la persona puede hacer varias cosas, desde las reacciones conscientes a las inconscientes, dependiendo de la educación recibida y de los recursos adquiridos.</p><p>Las reacciones conscientes ante la incertidumbre son, salvo casos excepcionales, mesuradas y reflexivas, y buscan la eliminación del miedo, analizando y evitando sus causas.</p><p>Las reacciones inconscientes son, por el contrario, inmediatas y no reflexivas. Hay que tener en cuenta que el inconsciente reacciona de forma automática en base a patrones preconcebidos, en los cuales no se miden las consecuencias a medio plazo, sino que pretenden “salvar” sin más a la persona.</p><p>Si la persona en cuestión prioriza sus reacciones inconscientes sobre sus reacciones conscientes, tendrá un comportamiento reactivo ante cualquier cuestión que se le plantee, poniéndose a la defensiva rápidamente y reaccionando hacía los demás con violencia o con pasividad, y hacía si mismo con ansiedad o con hábitos destructivos.</p><p>Después, para justificarse ante su entorno social, achacará su reacción, es decir, su comportamiento ante la situación planteada, a su personalidad.<br /></p></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-64961046669632136982010-09-16T14:27:00.004+02:002010-09-16T14:34:20.621+02:00Septiembre<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Hay dos momentos de carácter anual que nos sirven, o nos incitan tal vez, a hacer cambios en nuestras vidas: el cambio de año y la vuelta de las vacaciones.</p><p>En el primer caso es coincidente para todo el mundo, pues el año cambia para todos a la vez. En el segundo caso, por mayoría, este momento se da en el mes de Septiembre.</p><p>El compromiso de cambio al pasar de un año a otro se produce por que asumimos que se acaba un periodo y empieza otro, lo que nos invita a depositar en el año que acaba, aquellas cosas que no nos gustan, y a su vez nos propone iniciar aquellas que nos parecen necesarias, para el año que empieza.</p><p>El retorno de las vacaciones “grandes”, aquellas en las que acumulamos más tiempo fuera de la rutina diaria, nos trae un montón de nuevas ideas, las cuales hemos ido iniciando y asentando durante nuestro periodo de vacaciones.</p><p>Pero ¿A que se debe que vengamos con ideas de cambio cuando volvemos de vacaciones?</p><p>Básicamente a varios factores principales, y que ordeno por importancia, según mi criterio:</p><p><ul><li>Pasamos más tiempo con nosotros mismos, es decir, tenemos más tiempo para pensar</li><li>Se dan situaciones especiales que no se dan el resto del año</li><li>Conocemos a otras personas u otras formas de vivir</li><li>Pasamos más tiempo con familia y amigos</li><li>La tranquilidad y el relax (lo que también podemos apuntar como falta de prisas o de agobios) nos hacen ver las cosas de otra manera</li><li>El desplazamiento a otro punto geográfico</li><li>El cambio de la pauta horaria</li><li>Otras de carácter minoritario</li></ul><p>En resumen, llegada la tan famosa “vuelta de vacaciones” por aquello del estrés post-vacacional, la mayoría de la personas se ha propuesto algo que piensa mejorará su vida.</p><p>Desde una simple limpieza del trastero, hasta el cambio de profesión, pasando por un compromiso de boda, un divorcio, la puesta en marcha de un negocio o el cambio de los muebles del salón.</p><p>Lo curioso es que en muchos casos las decisiones tomadas, no obedecen en sí a una necesidad concreta, sencillamente son reflejo de la necesidad de cambio (a mejor) que nos asalta cuando hemos podido encontrarnos con nosotros mismos (y nuestra circunstancia).</p><p>Realmente tenemos propósito de mejora y en muchos casos lo llevamos a cabo de forma más o menos ordenada, cambiando nuestro entorno porque pensamos que es lo que necesitamos.</p><p>En el fondo, esa necesidad de cambio que nos acomete solo se podría satisfacer plenamente si dicho cambio se produjera en nosotros. Con ello eliminaríamos nuestros enfoques mezquinos o acomodaticios, los malos hábitos, las creencias que nos arruinan la vida, el descontrol sobre nuestra vida, etc.</p><p>Pero claro, como pasa en muchos (demasiados) casos, se asocia la suerte y el destino con la manera de comportarse, creyendo que ambos son consecuencia de la “personalidad”, cuando en realidad esa “personalidad” es un montón de manías, creencias caducas, hábitos negativos y poses artificiales.</p><p>Pero sobre la “personalidad” falsa hablaremos en otra ocasión.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-24930347567762066122010-07-22T13:56:00.003+02:002010-07-22T14:10:47.089+02:00El ejemplo de la Roja<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><p>Desde el momento que la selección española de fútbol se ha alzado con el título de Campeona del Mundo, he ido recogiendo opiniones de muchas personas, no relacionadas directamente con el mundo del deporte o con el periodismo, y prácticamente todas coincidían en resaltar la manera de ganar el Mundial.</p><p>¿Y como calificaron esa "manera"? Pues la calificaron como "vistosa", auténtica", "elegante", "bonita", "precisa", etc... En definitiva, expresaron que la selección de España no solo consiguió nominalmente el título, sino que consiguió, también, mostrar el resto del mundo como ganar jugando bien (lo que los brasileños llaman "jogo bonito"), y que para todas aquellas personas (españoles o no) que estaban al lado de la selección, ha sido un motivo de orgullo.</p><p>Además, para todo el mundo ha sido una lección positiva.</p><p>Esto me llevado a reflexionar sobre las claves de este caso, que paso a describir:</p><ul><li>Confianza</li><dd>Desde que la selección ganó en la pasada Eurocopa el partido ante Italia, se rompieron tres barreras psicológicas...<ol><li>Por fin pasamos a cuertos de final</li><li>Por fin ganamos en los penaltis</li><li>Por fin ganamos a Italia</li></ol>Esto a supuesto que, vencidas las creencias limitantes en la historia de la selección española, la sensación de poder obtener el máximo objetivo a cundido entre los jugadores, lo cual se ratificó en los partidos amistosos anteriores al Mundial, ganando a selecciones de alto nivel.</dd><br /><li>Trabajo</li><dd>Como no puede ser de otra forma, nada se consigue sin esfuerzo. Sin venir a cuento la cantidad necesaria de esfuerzo, pues esto varía con cada caso, la necesidad de prepararse, planificar, estudiar técnicas, tácticas, mejorar el estado físico, en resumen, dedicarle horas y horas al objetivo, da como mínimo un resultado más que aceptable.</dd><br /><li>Humildad</li><dd>Empezando por el entrenador (o es posible que gracias a el), siguiendo con el cuerpo técnico y acabando con los jugadores, la actitud tomada a sido la de respeto (no miedo) por el contrario y absoluta falta de prepotencia. Poniendo el énfasis y la energía en la preparación mental propia, y evitando especular sobre los rivales, se consiguieron dos cosas, pasar (relativamente) desapercibidos y centrar la atención (propia y de los medios de comunicación) en el objetivo que era ganar a los rivales, nada más.</dd><br /><li>Concentración</li><dd>Si el objetivo era uno, había que centrarse a partir del final de la Liga Española en conseguirlo, para lo cual, lo primero, es concentrarse física y emocionalmente en el mismo. En este punto, se puede decir, que casi como la mayoría del resto de los equipos.</dd><br /><li>Trabajo en equipo</li><dd>Un detalle a destacar es que en la vuelta de la Eurocopa, España entera descubrió que la selección nacional, además de un grupo escogido de deportistas del balón, eran también un grupo de amigos y una "piña" para lo que fuera. En este caso la labor de los porteros, Iker casillas como capitán, y sobre todo Pepe Reina, ha sido fundamental, pues en base a bromas, charlas internas, y otros elementos han conseguido hacer un grupo muy cohesionado y equilibrado.</dd><br /><li>Secuencialidad</li><dd>Para conseguir un gran objetivo, la mejor manera es dividir el camino a recorrer en metas intermedias. La consecución del título mundial se ha conseguido considerando que, a partir del partido contra Suiza, cada partido era una final, tal y como lo expresaron el entrenador y algunos jugadores. Consiguiendo cada objetivo intermedio se conseguía el objetivo final.<br />También es importante reseñar que el equipo se centraba solamente en la superación del siguiente partido, y no pensaba en los demás, para no perder concentración ni energía.</dd><br /><li>Mentalización</li><dd>La labor del entrenador y de otros técnicos que le asistían, ha consistido en mentalizar a la plantilla de cual era el objetivo, de como conseguirlo, del uso de la deportividad y el juego limpio, de la importancia del juego de grupo sobre el juego individual, etc...</dd><br /><li>Oportunidad</li><dd>Tanto en la pasada competición entre selecciones, también celebrada en Sudáfrica, en la cual se perdió contra Estados Unidos, como en el primer partido contra Suiza, se indico por parte del seleccionador que había que tomarse ambos partidos como una "buena oportunidad para mejorar". Esta es la forma positiva de entender los problemas: no dejándose arrastrar por ellos, entrando en el desánimo y el fatalismo, sino tomándolos como unos "dolorosos" consejos de los cuales sacar conclusiones positivas. Como así se hizo.</dd><br /><li>Autenticidad</li><dd>Aun en los momentos de duda, sobre todo después del partido contra Suiza, la selección no ha perdido su sistema y a continuado con la misma forma de jugar que la hace diferente y especial, de la cual tiene numerosas muestras de validez desde hace aproximadamente tres años, que es cuando se empezó a consolidar el actual grupo de jugadores bajo la batuta de Luis Aragonés.<br />Mantener la personalidad en la forma de actuar, sabiendo que dicha formula esta probada y es efectiva, es fundamental ante la consecución de cualquier objetivo.<br>Ser uno mismo, sin dejarse influir por modas o tendencias, es casi siempre una factor de éxito.</dd></ul></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-20559634989579955482010-06-15T09:29:00.001+02:002010-06-15T09:32:18.551+02:00El juego de la vida<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><p>Decía Josh Billing (un humorista estadounidense del siglo XIX) que "La vida consiste no en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que uno tiene".</p><p>¿Cuanta gente hay esperando buenas cartas y que por ello no juegan? ¿Cuantos hay, que como no han recibido una buena mano, se han retirado de la partida?</p><p>Bien visto jugar una partida de cartas es como vivir. Se entra en la partida (nacer) y te dan una mano de cartas (tus recursos naturales), juegas contra otros (tus miedos, tus limitaciones), puedes seguir jugando mientras tengas con que apostar (mientras mantengas tu salud y dure tu vida), y tienes que descartarte, apostar o no ir en esa vuelta (tomar decisiones). Al final puedes ganar o no ganar, pero si has administrado bien tus cartas y tus recursos, puedes volver a intentarlo.</p><p>Lo que impresiona de este símil es comprender que esperar “las mejores cartas” es como esperar conseguir objetivos (o felicidad) por medio del azar. Algo totalmente improbable, que puede, a la persona que así piensa, mantenerla en un modelo de vida "vegetativa", entreteniendo su conciencia, evitando que tome las riendas de su destino, es decir, evitando jugar sus cartas.</p><p>Y tu ¿Como juegas tus cartas? (si es que las juegas).</p></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-51662116292662016742010-05-25T08:31:00.003+02:002010-05-25T08:39:07.625+02:00El valor y el precio<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><p>Decía Antonio Machado... "Todo necio confunde valor y precio".</p><p style="font-weight:bold">VALOR</p><p>Podemos limitarnos al entorno de lo económico, pero realmente donde esta máxima tiene una aplicación más consistente es en el entorno de la vida personal. Más concretamente en la valoración como potestad de las personas para entenderse con su entorno.</p><p>Cuando conocemos algo habitualmente le damos un "valor". En principio, este valor no es objetivo ni cuantificable. Suele ser una medida personal relacionada con la "escala de valores" que cada persona se va formando durante el transcurso de su vida. Es algo así como el <span style="font-style:italic;">sistema métrico decimal</span> individual e intransferible; la lista de lo que para cada uno es valioso, y lo que no lo es.</p><p>Ya desde nuestra infancia, deseamos algo porque nos resulta <span style="font-weight:bold;">valioso</span> o lo despreciamos por lo contrario. Por ejemplo, un niño de pocos años ante un juguete se plantea varias posibilidades lúdicas y de aprendizaje, por lo cual, ese objeto pasa a tomar un alto valor para el. ¡OJO! No es que el niño haga esto de forma consciente, lo hace de forma instintiva movido por sus mecanismos de crecimiento. Este funcionamiento se basa en procesos de recompensa. Cuando el niño se divierte se ve recompensado en su cerebro por sensaciones placenteras, entonces relaciona ese objeto con la sensación de placer. En su desarrollo este niño prefijará esta relación e ira dando forma a su "escala de valores" básica que ira completando con otras "valoraciones" ya no meramente físico-emocionales.</p><p>Más adelante se integrarán valores estructurales obtenidos directamente de sus padres. A continuación vienen los valores sociales desde el entorno familiar (hermanos, abuelos, otros familiares) o desde el entorno escolar (profesores y compañeros).</p><p>En última fase se incorporan valores intelectualmente complejos fruto de la elaboración de teorías en base a experiencias y conocimientos</p><p style="font-weight:bold">PRECIO</p><p>El precio, en principio, no tiene que ser explicado, aunque, por poner en común denominador, veamos que dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua. En su acepción primera es "<span style="font-style:italic;">Valor pecuniario en que se estima algo</span>".</p><p>De lo cual podemos deducir que el precio es un valor más; uno de tantos. Que es un valor cuantitativo (de cantidad). Que no es un valor personal, o dicho de otra manera, humano. Este concepto está relacionado con las cosas.</p><p style="font-weight:bold">CONCLUSIONES</p>Extraigo dos conclusiones principales:<ul><li>Que las personas tienen valores, pero las personas no son sus valores, ni solo un valor, por lo tanto, las personas ni son, ni tienen precio.</li><li>Que cada cosa puede tener el <span style="font-weight:bold;">valor</span> que queramos darle (mucho, poco, nada) dependiendo de cada valoración subjetiva, y también, puede tener el <span style="font-weight:bold;">precio</span> que queramos darle (en euros, en dólares o cualquier sistema monetario), pero ambos conceptos no son correlativos, pues si el <span style="font-weight:bold;">precio</span> es posible acordarlo entre muchas personas, el <span style="font-weight:bold;">valor</span> que cada persona le da a una cosa es tan diverso como personas hay.</li></ul><p>¿Y sobre aquello que no son personas o cosas (la justicia, el amor, la libertad)? ¿Tienen precio? ¿Tienen valor? … pero esto ya es otra reflexión.</p></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-72697203398590727402010-04-26T10:47:00.004+02:002010-04-26T10:54:21.530+02:00Fanatismo y cambio<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><p style="font-weight:bold;font-style:italic">Fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.<p><p>Winston Churchill</p><p>Me llama la atención profundamente esta máxima de Churchill sobre todo por un matiz que considero revelador. Se trata de la expresión "no puede".</p><p>No soy partidario de considerar que una persona no pueda cambiar de opinión. Creo firmemente por razones lógicas y empíricas que el cambio en las personas es natural y permanente. Por lo tanto también creo que la persona que no cambia es porque está haciendo el esfuerzo de mantener inamovible una postura, idea o comportamiento a lo largo del tiempo. De forma natural, vivir supone una constante y silenciosa evolución, que implica, no solo a nuestro soporte material -el cuerpo humano- sino también a nuestra mente. Tal es así que no entenderíamos (no entendemos) que una persona de cuarenta años piense como un adolescente de quince, excepto si es causa de alguna cuestión patológica. Normalmente cada etapa de la vida conlleva una determinado enfoque vital acorde con las naturales pulsiones de desarrollo y supervivencia, en unos casos más acusadas y en otros menos. Para eso están las hormonas, las encimas y otros tipos de mecanismos biológicos que conforman los comportamientos y los mediatizan.</p><p>Ahora bien, está definitivamente demostrado que la influencia de la química de nuestro cuerpo y su influencia en nuestro cerebro, y por consiguiente en nuestro comportamiento y percepción del mundo, tiene también recorrido en sentido contrario. Las percepciones, la interpretación de la realidad y las vivencias que una persona tiene desde su nacimiento, influyen en el organismo de esa persona; esto es algo que conocemos como somatización.</p><p>Retomando el tema inicial del "no puede", abundo en dos aspectos.</p><ul><li>Si realmente me llamó la atención esta frase es porque la primera vez que la leí mi mente me jugó una mala pasada y su lectura fue "Fanático es alguien que no quiere cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema". Debió de ser a causa de que la interpretación objetiva que apliqué entonces no terminaba de convencerme y mi subconsciente decidió "aclarármelo". Después, a sabiendas de que alguna pieza no encajaba, volví a releer la frase, ya sin distorsión. Mi conclusión es que el hombre, sí puede cambiar de opinión (como ya dije antes), pero entonces Sir Winston, debía de referirse a la imposibilidad de cambio por razón de la sociedad, la familia y sobre todo, del miedo.</li><br /><li>Cualquier cambio, del tipo que sea, tiene un fin primigenio que es el de evolucionar "a mejor". Es por ello que la naturaleza del hombre le empuja a desarrollarse cambiando, dejando lo que no sirve y añadiendo lo que sirve. Es nuestro destino natural. No seguir en esta línea nos lleva al estancamiento, y por ende, a la decadencia o degradación. En este último caso es cuando se produce lo que podríamos llamar, "un cambio a peor". Por ello, si no queremos decaer, debemos asumir los cambios con naturalidad, y si esto nos produce vértigo o inestabilidad –algo que es normal e inherente a los cambios-, tendremos que hacerlos, sobre todo, con cabeza, y llegado el caso, con asistencia de alguien que nos pueda ayudar.</li></ul></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-27115645230735787902010-03-25T14:39:00.000+01:002010-03-25T14:40:02.917+01:00El Problema<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Hace un tiempo, me comentaba una persona la mala suerte que creía tener en la vida pues repetidamente se le daba una situación, y repetidamente volvía a hacer lo mismo, con el mismo resultado desastroso. Su punto de vista se basaba en la mala suerte, es decir, que si la vida fuera una partida de cartas, a esta persona siempre le daban <span style="font-style:italic">malas cartas</span>.</p><br /><p>Después de varias sesiones de coaching, empezó a tomar en consideración la posibilidad de que la repetición de ciertos comportamientos fuera la causa de los resultados desastrosos. Fue entonces cuando en un momento de paciente meditación, me dijo:</p><br /><p style="font-style:italic;text-decoration:underline">- … esto me hace pensar que el problema soy yo.</p><br /><p>La reflexión que propuse fue esta:</p><br /><p style="font-style:italic">- Si, exactamente. Eso es del todo cierto. Ahora bien, te voy a dar dos noticias. Una buena y una mala. Empecemos por la mala...</p><br /><p style="font-style:italic;text-decoration:underline">… tú eres el problema para casi todas las cosas de tu vida que se refieran a ti.</p><br /><p style="font-style:italic">Ahora la buena...</p><br /><p style="font-style:italic;text-decoration:underline">… afortunadamente, si tú eres el problema, eso te da la posibilidad de solucionarlo.</p><br /><p>Para no dejar esto en barbecho, vamos a profundizar un poco más en estas aseveraciones.</p><br /><p>Podemos afirmar con rotundidad que la libertad de acción (LdA) y la libertad de pensamiento (LdP), son bastante desiguales. La primera está mucho más restringida que la segunda, digámoslo así, por razones físico-químicas. Seguramente mucha gente piensa que de la primera -LdA- no hay casi y que de la segunda -LdP- sobra. Seguramente pensarán también, que teniendo mucho de la segunda y poco de la primera no hay posibilidad de progresar o de tomar las riendas de la vida. Pensarán, también, que si sus opciones de acción son limitadas por causa de falta de recursos, de imposiciones externas o de otras razones, poco pueden progresar. Esto les lleva a tirar la toalla y a no plantearse escenarios no conocidos. Es decir, no plantearse cambios.</p><br /><p>No es fácil hacer ver a alguien más allá de su entorno. Esto puede pasar a causa de la comodidad, el miedo, la ignorancia o la pérdida de interés. En esta situación, la persona da por "buena” su limitación de acción. En cambio, en la gran mayoría de los casos, no cree que esta limitación pueda estar en sus creencias, en sus puntos de vista, en su manera de ver el mundo y de interpretar lo que le rodea. Esto hace desarrollar en esa persona un mecanismo de defensa. Para ser coherente con su asumida limitación de acción, lo que hace es externalizar el problema, es decir, achaca a factores fuera de su voluntad esa falta de libertad de acción. Piensa en consecuencia que el problema no está en él, no es él, el problema está en... el otro, o los otros, el gobierno, el mercado, la familia, el jefe, la empresa, el tráfico, la sociedad, etc..</p><br /><p>Gracias a ciertas terapias de desintoxicación, y en concreto con el método de Alcohólicos Anónimos, podemos conocer un caso práctico. Como sabe casi todo el mundo, sobre todo por la televisión o el cine, los componentes de los grupos de terapia de A.A., inician su turno de palabra con la siguiente presentación "soy Fulanito/a de Tal, y soy alcohólico/a”.</p><br /><p>Son estos métodos de desintoxicación donde se vio la necesidad de hacer entender que para acometer con un mínimo de éxito la solución a un problema personal –de la persona- el primer paso que había que dar era reconocerlo como propio, hacerse uno con el problema y así evitar ponerlo en el exterior, como si el problema fuera de otros, o del ambiente.</p><br /><p>Esto tiene otra función. Al reconocer el problema como propio, se asume implícitamente que la solución es de la propia persona. Claro, con ayuda, apoyo y supervisión, pero aceptando ser el protagonista de la búsqueda y resolución del problema.</p><br /><p>Curiosamente esto provoca otra situación paradójica, asumir que se tiene libertad suficiente –lo que a veces es bastante- para elegir otras acciones o posibilidades, y optar por ellas, y no por los ya conocidos caminos que llevan al fracaso o a la decadencia.</p><br /><p>Podemos de esta forma resolver, que asumir nuestros problemas, nos hace ser responsables de ellos, es decir, de nosotros. Ser responsables nos transforma de tal forma, que nos hace resolver nuestros problemas –o acaso precisamente por eso. Esto supone elegir mejores opciones. Elegir, entonces, nos induce a ser libres.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-58585587622040632062010-02-24T16:26:00.003+01:002010-02-24T16:53:24.351+01:00El Poder de la Palabra ( y III )<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Los formatos interpersonal e intrapersonal son a fin de cuentas, los dos tipos de comunicación que tanto el consciente como el inconsciente tienen con el mundo</p><p>De ambos se enriquecen las personas, pues son la base del aprendizaje de habilidades, de la obtención de conocimientos, de la obtención de sensaciones y de la elaboración de los propios patrones e ideas.</p><p>Ahora bien, siendo todo lo anterior positivo en si mismo, es necesario un factor determinante para que la persona que ya ha obtenido esas cualidades (habilidades, conocimientos, sensaciones e ideas) pueda hacer con ellas algo positivo para si y para el mundo que la rodea.</p><p>Este factor determinante es el <u>equilibrio</u> entre el consciente y el inconsciente.</p><p>Se entenderá mejor con varios ejemplos.</p><ul><li>Seguramente el lector de este artículo conoce a alguien que siendo titulado superior, con amplios conocimientos académicos, con cultura y habiendo podido acceder a una educación amplia, es una persona sin éxito en la vida o incluso, con un alto grado de fracaso personal o profesional.</li><br /><li>Otro ejemplo. Noticias recientes en las cuales una persona asesina a otra por razones varias (que no vienen al caso); entonces un reportero de televisión pregunta a las personas de su entorno por la posible “causa” del asesino, y estas contestan sin dudarlo “quien lo iba a decir, con lo educado/a que era” o “si era una bellísima persona”. Atención, lo que antes <span style="font-weight:bold;font-style:italic">era</span> ahora ya no lo es.</li><br /><li>Un último ejemplo. Un padre de familia que tiene un trabajo aceptable, con un sueldo aceptable, una familia corriente con sus problemas corrientes, pasado un tiempo y en un momento dado, por razón de algún detonante sin importancia (una gripe, que su equipo perdió la liga, una discrepancia sobre donde ir de vacaciones, etc.) decide romper drásticamente con esa vida y se “traslada” sin decir nada ni a nadie para empezar una nueva vida. Lo que popularmente se decía “me voy por tabaco”.</li></ul><p>El nexo común en estas situaciones no está en la casuística, pues es evidente que son reacciones muy distintas, está en el desequilibrio consciente/inconsciente de las tres.</p><p>En todos estos casos, la preeminencia de uno sobre otro producen a medio o largo plazo el conflicto que provoca en algunos casos el desastre personal, en otros la infelicidad y en la mayoría el desasosiego.</p><p>Y ¿Esto por que? Veamos.</p><ol><li>Si el consciente predomina sobre el inconsciente, a priori, no tiene que haber problema; la persona se comportara de manera reflexiva, muy racional y con todos los pasos de sus vida muy calculados, pero esto puede tener dos consecuencias negativas:<br /><br /><ol style="list-style-type:lower-alpha"><li>Si se mantiene en esa línea de por vida, excesivamente rígida, la convivencia con otras personas se llegar a hacer muy complicada. Incluso para convivir con ella misma pues permanentemente tendrá que estar reprimiendo sus deseos y necesidades lo que la lleva a un estado de permanente ansiedad.</li><br /><li>Llegado un momento de su vida la “represión” permanente del inconsciente hace que este explote de la manera menos esperada y de forma; casi siempre, desgraciada.</li></ol></li><br /><li>En este segundo caso la libertad de acción del inconsciente, hacen que la persona sea poco reflexiva, muy dada a decir o hacer lo primero que le apetezca o le venga a la mente. En este caso también puede haber varias consecuencias:<br /><br /><ol style="list-style-type:lower-alpha"><li>Este tipo de persona tendrá desordenes de comportamiento, de relación con su entorno, pero podría mantener una normalidad de vida si encuentra personas y entornos que le consientan y le justifiquen esos comportamientos.</li><br /><li>Si no encuentran entornos propicios para su comportamiento antes o después acaban por marginarse (esto no significa que tengan que llegar a la marginación social extrema como la mendicidad, aunque también), o por caer en consumos autodestructivos.</li></ol></li></ol><p>Como en la mayoría de las cosas en la vida, el punto idóneo esta en el equilibrio, y este no significa que la preponderancia psíquica de una persona este repartida al 50% entre consciente e inconsciente.</p><p>¿Pero como? Ajustando cada poco tiempo el equilibrio entre sus dos yoes para que el sujeto sea capaz de variar sus comportamientos y creencias en relación con cada situación en la que vive, teniendo como fin principal hacer lo mejor para ella y para su entorno.</p><p>En definitiva, asumir positivamente el cambio y adaptación a la circunstancias de manera permanente.</p></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-15850725392327656482010-01-28T12:13:00.002+01:002010-01-28T12:20:51.301+01:00El Poder de la Palabra ( II )<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Los diferentes formatos de lenguaje intrapersonal se intercalan con los formatos de lenguaje interpersonal, que se pueden resumir en:</p><ul><br /><li>El <span style="font-weight:bold;">diálogo equilibrado</span>, donde dos o más personas se expresan, a la vez que escuchan, alternándose en escuchar y hablar (uno habla y el/los otro/s escucha y viceversa).</li><br /><dd><p>En este sistema, si esta equilibrado, intervienen básicamente los conscientes de las todas las personas, quedando sus inconscientes en labores de apoyo en las cuales se da una cierta intervención, ajustando contextos del dialogo, creando la empatía necesaria para la evolución del dialogo, avisando en segundo plano con notas emocionales o sacando de la memoria sensaciones y datos necesarios para la conversación.</p><p>Igualmente, los inconscientes se encuentran en ese momento receptivos, en mayor o menor medida, respecto a la información que les llega, la cual entra de manera elaborada por el propio dialogo y por el consciente (es decir, el mensaje final que se guarda se va depurando durante la conversación por parte del consciente).</p><p>Un ejemplo de este formato sería la conversación fluida y creativa entre dos o más personas.</p></dd><br /><li>El <span style="font-weight:bold;">diálogo desequilibrado</span>, donde dos o más personas se comunican a la par que escuchar, pero la alternancia se ve alterada o anulada, ya sea porque se ha roto formalmente o porque uno (o varios componentes del dialogo), no escucha a los otros sino que escucha a su inconsciente.</li><br /><dd><p>De esta forma se introduce dentro de este dialogo multilateral, el dialogo interior, de una o de más personas, lo que provoca que la emisión del mensaje se realice, pero no la recepción por parte de otro u otros receptores . En este momento el inconsciente del receptor “rebelde” a tomado el mando y no permite la entrada de información, pues ha decidido que no es necesaria o que es incluso perjudicial. Como mucho, tomara aquella información que refuerce y consolide su propio criterio.</p><p><br />Por ejemplo, una discursión entre una pareja.</p></dd><br /><li>El <span style="font-weight:bold;">auto dialogo</span>, es cuando la persona que está enviando un mensaje, se escucha a si misma.</li><br /><dd><p>Puesto que en la preparación y envío de mensajes hay una labor consciente y otra inconsciente, quedando la parte consciente encargada de la emisión física del mensaje, la parte inconsciente escucha indirectamente lo que se está emitiendo, y como no tiene<span style="font-style:italic;"> a priori</span> motivo de rechazo ante un enunciado creado por si mismo, “recibe” sin filtros ni censuras aquello que se esta emitiendo hacía el exterior. Este mecanismo es muy interesante pues produce el refuerzo y rehubicación en el inconsciente de las creencias y postulados transmitidos, cuya conclusión es que las personas se creen sus propias mentiras o sus propias verdades, siendo lo primero totalmente negativo para el desarrollo de la persona (este es el origen entre otras cosas de las paranoias) y lo segundo totalmente positivo (este es el caso de la motivación y la confianza).</p><p>Un ejemplo podría ser el de un paciente de un psicólogo, o el cliente de un coach.</p></dd><br /><li>El <span style="font-weight:bold;">monologo aceptado</span>, en el cual una persona emite un mensaje (emisor) y otra, u otras, lo recibe/n (receptor/es) sin alternar los roles.</li><br /><dd><p>En esta circunstancia ambas partes cumplen con su cometido sin crear conflicto. Así pues, una de ellas (el/los receptores) reconoce la validez de la figura emisora para emitir un mensaje y lo acepta con naturalidad, por lo tanto el consciente y el inconsciente de cada receptor se reparten la carga en la recepción y elaboración de la información recibida.</p><p>Como ejemplo más claro estaría el de un profesor y su clase.</p></dd><br /><li>El <span style="font-weight:bold;">monologo no aceptado</span>, siendo el mismo caso que el anterior, pero aquí el receptor no acepta de buena gana el mensaje del emisor, aunque formalmente lo escucha.</li><br /><dd><p>En este caso el consciente del receptor esta intentando elaborar el mensaje recibido (escuchado) pero el inconsciente esta realizando una frenética labor de rechazo y aceptación, es decir, en principio está rechazando el mensaje y en esa situación de elaboración del rechazo se están quitando recursos al consciente para asumir coherentemente lo que se está recibiendo . Esto provoca que el mensaje entre al inconsciente en bruto y quede allí sin elaborar. La causa está en que el rechazo de un mensaje debe ser por medio de la coherencia de la razón, pues la mente no puede rechazar un postulado sin explicar que es lo que le produce el rechazo, y esto hace que indirectamente se asuma el postulado.</p><p>Un caso muy expresivo es cuando se recibe una crítica negativa, a la cual uno se opone, pero implicitamente le está dando la importancia y la validez que de forma explicita le niega.</p></dd><br /><li>El <span style="font-weight:bold;">monologo no escuchado</span>, es el mismo caso que el anterior solo que aquí el receptor no escucha el mensaje (pero parece que si lo hace).</li><br /><dd><p>El inconsciente del receptor ha tomado el mando y de forma interna a desconectado el canal que hay entre la audición y el cerebro. ¿Como lo hace? Saboteando la atención del receptor la cual es llevada a atender otra fuente de sonido o interponiendo un pensamiento absorbente y secuestrador como es, por ejemplo, una “preocupación”. El inconsciente ha decidido entonces que el mensaje a recibir no tiene importancia o es perjudicial y en vez de oponerse para anularlo, toma el control de la mente de la persona para llevar a cabo su propia estrategia y así dedicar atención a otro asunto que le parece más importante o prioritario.</p><p>El ejemplo más claro sería cuando un conferenciante está hablando sobre un tema y una o varias personas del público están hablando, leyendo o sumidos en sus propios pensamientos fuera del tema que se está tratando. Otro caso es cuando en una dialogo entre dos, uno de ellos dice “parece que estoy hablando para las paredes”.</p></dd><br /></ul><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-88398034528638019082009-12-16T16:31:00.009+01:002009-12-16T16:48:06.039+01:00El Poder de la Palabra ( I )<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Se ha escrito y comentado sobre el poder de la palabra. Casi siempre en relación al efecto que la palabra produce en los demás, ya sea en forma de argumentación, ratificación o disuasión. Con formatos más o menos formales como la charla, el debate, el dialogo, la conferencia, el mitin o la soflama.</p><p>En todos estos casos, no queda ninguna duda de que la palabra hablada tiene su impacto en el receptor, aunque no siempre con el efecto que desearía el emisor.</p><p>Existe otro aspecto del lenguaje que no tiene que ver nada con la comunicación interpersonal (entre personas) es la comunicación con uno mismo, que podíamos llamar intrapersonal (este vocablo no existe en el diccionario, pero creo que es suficientemente claro).</p><p>En toda comunicación existe un emisor y un receptor. En la comunicación intrapersonal el emisor y el receptor son la misma persona pero con un matiz: dentro de cada persona se pueden distinguir dos elementos que interviene en dicha comunicación, el consciente y el inconsciente.</p><p>Sobre la existencia de estos elementos se pueden contemplar diferentes formatos de comunicación:</p><ul><li>El <span style="font-weight:bold;">dialogo interior</span>, donde el consciente revisa un tema planteado y el inconsciente hace de moderador.</li><dd>En este caso el consciente lleva a cabo una labor de planteamiento y resolución sobre un tema, pero el inconsciente interviene permanentemente interrumpiendo, puntualizando y ofreciendo posibilidades, todas ellas basadas en la información y en las órdenes de supervivencia que este guarda. En dicho contexto la persona obtendrá conclusiones basadas en los miedos, deseos, amenazas, pasiones, odios, afectos, etc., donde también intervienen dos elementos “deformantes” para la comunicación, el pasado y el futuro, permitiéndoles tener un peso muy importante en el dialogo, por lo que el planteamiento entonces girará en torno a hechos ya pasados o a hechos todavía no pasados, en resumen, dos escenarios irreales que solo existen en nuestra mente (uno porque “ya no existe”, el otro porque “todavía no existe”).</dd><br /><li>La <span style="font-weight:bold;">reflexión</span>, donde el consciente revisa un tema planteado y el inconsciente hace de receptor o ayudante pasivo.</li><dd>En un caso parecido al anterior solo que aquí al inconsciente no se le permite intervenir activamente y solo actúa como oyente, o llegado el caso, para aportar algún recuerdo o información especifica. Las conclusiones en este caso son evidentemente “razonadas” y el inconsciente las registrará para su posterior uso.</dd><br /><li>El <span style="font-weight:bold;">sueño</span>, donde el inconsciente revisa y ordena los recuerdos, conceptos y sensaciones almacenados.</li><dd>Para un correcto funcionamiento del cerebro, el inconsciente necesita de vez en cuando (durante el sueño fisiológico) confrontar la información que almacena, en cuyo proceso se revisan y ponen en valor las experiencias recién adquiridas y se ordenan y guardan ya clasificadas para su posterior uso. Si no se realiza este proceso la persona entra en un proceso de “locura” por el cual pierde al control sobre el inconsciente, el cual se desborda y se pierde entonces la frontera entre el mundo real y mundo del inconsciente (lo que también se llama el mundo imaginario).</dd><br /><li>La <span style="font-weight:bold;">autosugestión</span>, donde el consciente le habla expresamente al inconsciente.</li><dd>Este es un proceso de autoindución por el cual la persona, mediante ciertos ejercicios, provoca la entrada especifica de información en el inconsciente desde el consciente, con el fin de conseguir un resultado concreto. Valga como ejemplo los procesos de meditación o las técnicas de “anclaje” de la PNL.</dd></ul></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-88884124326834420012009-10-26T14:07:00.005+01:002009-11-22T12:08:26.136+01:00La Sinceridad<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Hace algún tiempo pude observar que una de las peticiones más comunes de las mujeres hacía sus parejas era la <b>Sinceridad</b>. Esto a día de hoy no ha cambiado. Sigue siendo la petición más requerida.</p><br /><p>Se podría deducir entonces que los hombres son tacaños en sinceridad, o que lo llevan en los genes, pero … ¿Es esto realmente cierto?.</p><br /><p>Y las mujeres ¿Son todo lo sinceras que se supone?.</p><br /><p>Como diría mi carnicero “Vayamos por partes”.</p><br /><p>La sinceridad bien entendida es el modo de expresarse libre de fingimiento. Tal así lo describe el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.</p><br /><p>Para que haya sinceridad entonces cabe suponer que tienen que haber:<br /><ol><br /><li>Alguien que se expresa</li><br /><li>Alguien que recibe esa expresión</li><br /><li>Un tema sobre el que expresarse</li><br /></ol></p><br /><p>Pienso que la expresión aquí indicada no tiene forzosamente que ser oral, podría ser escrita, o podría ser mediante hechos.</p><br /><p>¿Podemos decir, a priori, que los hombres fingen más que las mujeres? Tomándolo en sentido generalista, creo que no. Seguro que hay hombres que fingen más que sus parejas, pero no se puede aplicar esto como la generalidad.</p><br /><p>Y al contrario ¿Podemos decir, a priori, que las mujeres fingen más que los hombres? Pues tampoco.</p><br /><p>Entonces ¿Por que las mujeres solicitan más sinceridad a sus parejas? En esto tengo una teoría.</p><br /><p>En los últimos años (no sabría cuantos pero sospecho que a partir de los 80 del siglo pasado) muchos científicos y pensadores están viendo que la conformación de la psique de las mujeres por su parte, y la de los hombres por la suya, tienen patrones comunes más allá de los tópicos y de las normas sociales heredadas. En el espacio de libertad personal y social que se ha venido viviendo desde la década de los años sesenta en el primer mundo, se ha podido contrastar que independientemente del nivel social, educativo, alimenticio o cultural, tanto los hombre como las mujeres adquieren ciertas pautas comunes a su genero.</p><br /><p>Antropólogos y psicólogos están deduciendo que estas pautas son herencias ancestrales, imbuidas por la evolución durante miles y miles años.</p><br /><p>Recientemente se han publicado libros divulgativos basados en estas diferencias “naturales” en los que se proponen que esas peculiaridades por razón del genero tienen un sentido dentro de la supervivencia de la especie, y forman parte del mecanismo de complementariedad y especialización necesario en la pareja humana.</p><br /><p>De las obras más conocidas destaco “<i>Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus</i>” de John Grey y “<i>¿Por que los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas?</i>” de Alan y Barbara Pearse.</p><br /><p>Bien, pues según mi teoría basada en estos últimos planteamientos, al hombre no le falta sinceridad, no finge, sencillamente, <u>no comunica</u>.</p><br /><p>Esto lleva a la mujer a pensar:<br /><ul><br /><li>Si calla es porque oculta algo</li><br /><li>Si oculta algo es porque no es “legal” (entendiendo aquí legal como verídico, aceptable, en definitiva, sincero)</li><br /><li>Si fuera “legal” me lo contaría</li><br /></ul></p><br /><p>Todo ello pensado genuinamente como mujer da como resultado entender el silencio del hombre como algo sospechoso. Si bien, esto no es aplicable a la totalidad de las parejas, es cierto que estas diferencias de base producen en la relación entre hombres y mujeres problemas más graves a medio y largo plazo. Esta falta de “sinceridad” permite que las mujeres elaboren teorías (no confirmadas, ni reales) que ponen al hombre en una situación incomoda, lo que provoca menos comunicación y menos “sinceridad”. Con el tiempo, este circulo vicioso va minando la relación, y puede llegar a ser causa de ruptura.</p><br /><p>Debo explicar que no se debe entender con lo que he expresado que las mujeres se pongan en plan “paranoico” y vean cosas sospechosas donde no las hay. Sencillamente para una de las mitades de la pareja, el no comunicar suficientemente le resulta, como poco, “sospechoso”.</p><br /><p>Pero en realidad esto también pasa en otros ámbitos de la sociedad. Si los gobernantes no comunican suficientemente que es lo que hace con los recursos públicos, donde se aplican y como, esto da que pensar que hay una mala gestión o corrupción. Lo mismo pasaría si fuera un club de futbol, una asociación benéfica o una empresa. La comunicación y la transparencia evitan las interpretaciones erróneas y especulativas, y esto es aplicable a todos los ámbitos.</p><br /><p>Lo que no significa que en la pareja se tenga que decir todo, todo (porque realmente la mujer no dice todo). ¿O no?.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-36637321203889333172009-10-15T13:56:00.008+02:002009-10-15T14:09:24.782+02:00El Engaño<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Hace ya tiempo que me produce curiosidad una característica del ser humano: el engaño.</p><br /><p>Esa curiosidad es debida a que siendo algo habitual y de uso corriente -en algunos ámbitos más que otros-, las sociedades, y las personas que las formamos, han estigmatizado y perseguido este tipo de comportamientos en pro del <b>equilibrio social, el progreso y el desarrollo del ser humano</b>.</p><br /><p>Con todo, y pese al avance de la civilización, no se puede decir que se halla conseguido un gran avance en este aspecto. Y me viene una cuestión a la mente ¿Para que el engaño?.</p><br /><p>Para empezar a tirar de algún hilo, consulto del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. El vocablo "engaño" te remite a "engañar". De esta última palabra se dice en una de sus acepciones:</p><br /><dd>"<i>Inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas</i>"</dd><br /><p>De esta no podemos deducir causalidad... pero, hay otra que dice:</p><br /><dd>"<i>Cerrar los ojos a la verdad, por ser más grato el error</i>"</dd><br /><p>Aquí si se puede percibir una causa, ".. por ser más grato el error". Se entiende que se cae en el engaño, así mismo o a otros, por una recompensa gratificante.</p><br /><p>¿Que produce en este caso la gratificación? Posiblemente la causa es... para no hacer frente a la verdad sobre algo o alguien, que se presupone, debe ser más ardua y dura.</p><br /><p>Y bien, si esto fuera así de simple, ¿Por que no engañarse permanentemente, sin cargo de conciencia, y sin estigma social o personal? La respuesta nos remite al inicio de este artículo. Para poder tener equilibrio social, progreso y desarrollo del ser humano.</p><br /><p>La verdad, si la tomamos en términos absolutos puede llegar a perder sentido, pues siempre habrá una teoría o formula científica que la cuestione aunque sea a nivel de física cuántica. Para poder transitar en común con este concepto, nos referiremos como verdad en términos relativos, es decir, circunscribiendola al ámbito de referencia. De esta forma tendremos verdades científicas cuando han sido demostradas y probadas en laboratorios, verdades legales cuando han sido previamente legisladas, verdades sociales cuando han sido plenamente aceptadas, etc...</p><br /><p>Existe en todo caso una verdad en el ámbito de la propia persona que no varía con el tiempo. Esta es la forma en la que nos comportamos y, para que lo hacemos. Y en este mundo interior y personal el engaño toma una dimensión diferente. En este caso, el engaño es ese elemento del comportamiento humano que distorsiona nuestro caminar por la senda de la integridad.</p><br /><p>La integridad nos mantiene equilibrados y centrados en la positividad, o también en la productividad de nuestras vidas, y en el marco que supone darle un <b>sentido a nuestra vida</b>.</p><br /><p>El engaño, incorporado a nuestro comportamiento pretendiendo un fin gratificante, tiene un carácter claramente destructivo. Por que ...</p><br /><dd><u>¿A quien engañamos, cuando engañamos, sino a nosotros?</u></dd><br><br /><p>Cuando se engaña a alguien, se provocan dos situaciones distintas:<br /> <ol type="a"><li style="font-weight: bold;">Decir a hacer algo que pretende, mediante la mentira, la obtención de un objetivo.</li><br /><dt>Aunque esta es la parte practica del asunto, y aunque se consiga (o no) el objetivo, no deja de ser penoso conseguirlo sin haber llegado a el de forma positiva y abierta, es decir, sin haber ejercido la satisfacción del trabajo bien hecho.</dt><br /><li style="font-weight: bold;">Utilizar un medio (la mentira) que inhabilita para ser responsables.</li><br /><dt>Cuando se entra al uso del engaño como medio para obtener algo, se pasa a ser siervo del mismo, pues si lo que se quiere pretender es la obtención de una "recompensa gratificante" evitando las consecuencias (se supone que penosas) de la verdad, la ruptura de las reglas del juego pervierte la escena y escatima a la persona la libertad de elección, pues cada decisión que se toma a partir de ese momento no podrá ser en referencia a la "mejor opción", sino en referencia a "no destapar el engaño". Dicho de otra forma, no se asume la responsabilidad de obrar correctamente, por lo cual, se abdica de la responsabilidad, y se pasa a depender de las consecuencias que originan el engaño.</dt><br /></ol></p><br /><p>La expresión "es esclavo de sus mentiras" no nos es del todo extraña. Cuantas veces siendo niños hemos apreciado las desastrosas consecuencias finales de una mentira que, queriendo evitar un rapapolvo o un castigo, han acabado con un estado de permanente zozobra por el miedo a ser descubierto, cuando no, con un castigo mayor al destaparse la mentira (pues todo mentiroso acaba por ser descubierto, antes o después).</p><br /><p>Y del autoengaño ¿Que?.. bien, eso será motivo de otra reflexión.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-5962499891882989152009-09-21T12:23:00.007+02:002009-09-23T11:09:29.054+02:00Variabilidad versus Flexibilidad<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /> <p>Más a menudo de lo que sería razonable me encuentro con personas que confunden estos dos vocablos. Como en muchos aspectos de nuestra vida, manejar ciertas palabras o tener las capacidad de expresarlas, no presupone que se conozca en realidad lo que dichas palabras significan.</p><br /> <p>Aunque, si lo pienso un poco mejor, no es un problema de uso correcto o incorrecto de las palabras, es un problema de interpretación de lo que es conveniente o inconveniente hacer en un momento dado.</p><br /> <p>Viene esto a colación porque hace poco una persona me ha comentado lo que viene haciendo respecto a un aspecto de su vida que le preocupa. Si bien, no es la primera que observo que se comporta así, he creído que el número de veces que he visto repetido este comportamiento, merezca un poco de reflexión.</p><br /> <p>Está persona estaba intentando conseguir un objetivo. Este se le resistía, no tanto porque no pusiera suficiente empeño, que lo ponía, sino porque lo quería obtener habiéndose previamente impuesto una serie de condiciones para sí misma, que en ningún caso llegaría a sacrificar. En una situación como esta, lo habitual es que si lo que quieres obtener es muy importante para ti, no escatimes medios y hagas ciertos sacrificios con el fin de obtener lo deseado. Pero claro, sin pagar ningún precio, es difícil (aunque no imposible), conseguir los objetivos.</p><br /> <p>Como el objetivo se le resistía sugerí que una posible manera de obtenerlo sería si “flexibilizaba” su <u>rígida</u> lista de condiciones (la cual por otra parte no obedecía especialmente a su sistema de creencias, más bien al sistema de creencias de personas de su familia).</p><br /> <p>Lo más asombroso del asunto es que pasado un tiempo se encuentra en la misma situación, pero me dice que la “flexibilización” no ha dado resultado. Revisando los pasos que ha seguido, me doy cuenta que lo que realmente ha hecho es cambiar su <u>rígida</u> lista de condiciones por otra <u>rígida</u> lista de condiciones. Realmente el problema de esta persona es que se impone unos condicionantes de vida que la mantienen permanentemente asfixiada (porque en el fondo no son condiciones que emanen de ella). Lo que esta persona a hecho es una <b>variación</b> de sus condiciones, no una <b>flexibilización</b>.</p><br /> <p>También significa que las condiciones fruto de “sus” creencias no eran tan “suyas”, puesto que no ha tenido inconveniente en suprimirlas y cambiarlas por otras (que seguramente ha recogido de otra u otras personas de su entorno).</p><br /> <p>La flexibilidad es una característica que supone el mantenimiento de lo existente pero perdiendo la rigidez inicial. El ejemplo del junco (de un proverbio del <i>Talmud</i> judío), como planta que no se troncha ante el embate del viento, es muy expresivo. Un junco es un junco, aunque (o precisamente porque..) se dobla si el viento lo empuja.</p><br /> <p>Nadie debe cambiar sus creencias (si es que son realmente suyas, y son positivas y potentes) para conseguir un objetivo, pero puede flexibilizarlas si piensa que es un justo precio a pagar. Eso no le impide seguir siendo la misma persona.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-23917656977513340772009-07-09T08:20:00.003+02:002009-07-23T11:04:45.570+02:00Eficacia, Eficiencia o Efectividad<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Si reparamos en estos vocablos podremos comprobar que habitualmente se utilizan de manera indiscriminada y que su uso, en la mayoría de los casos, no es el correcto.</p><p>Para concretar el tema, antes que nada tenemos que poner en común su significado. Esto es algo que en la mayoría de los contextos suele dar resultado (ver de que hablamos, antes de hablar, sin saber de que hablamos), y aquí no tendría porque ser una excepción.</p><p>Voy a trascribir un resumen de lo que indica el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, y de otras definiciones que fluyen por la red (algunas bastante profundas):<ul><li><b>Eficacia</b>. Dicese de la potestad de obtener objetivos.</li><li><b>Eficiencia</b>. Dicese de la potestad de obtener objetivos con el menor consumo posible de recursos.</li><li><b>Efectividad</b>. Dicese de la magnitud de los objetivos alcanzados o de los efectos conseguidos (en cantidad).</li></ul></p><p>Y ahora va mi ampliación con ejemplos.</p><p><b><u>Eficacia</u></b> hace referencia a que los objetivos se cumplan (o no) sin entrar a evaluar los medios utilizados. Dos ejemplos de Eficacia:<ol><li>María Rosa ha conseguido el 100% de sus objetivos de ventas para el trimestre. María Rosa es por tanto Eficaz.</li><li>Ramón mata las moscas que se cuelan en su casa, a cañonazos. Y lo consigue. Ramón es Eficaz.</li></ol></p><p>Como veréis el medio a utilizar no importa en este contexto, es decir, <i>a priori</i> no es motivo de discusión.</p><p><b><u>Eficiencia</b></u> se centra en el modo en el que se han conseguido esos objetivos, de tal guisa, que si el uso abusivo e indiscriminado de recursos es la forma de obtener los objetivos deseados, entenderemos entonces que 'No es Eficiente', y si estos se han obtenido con el uso mínimo y preciso de recursos, entendemos entonces que 'Si es Eficiente'. Podemos abundar, entonces, que Eficiencia tiene una connotación económica. Un par de ejemplos:<ol><li>Alejandra se ha sacado el carnet de conducir con solo cuatro clases teóricas, dos practicas y a la primera (vamos, un portento). Alejandra es Eficiente.</li><li>Manuel hace la compra semanal para la familia de cinco componentes, con 10 euros (vale como ejemplo, pero vamos, eso no se lo cree ni el). Manuel es muy (pero que muy) Eficiente.</li></ol></p><p><b><u>Efectividad</b></u> tiene relación más con Eficacia que con Eficiencia, pues mide el grado de cumplimiento de los objetivos deseados, de lo que deducimos que en este vocablo tampoco estamos interesados en los medios utilizados. Nemotecnicamente asociamos esta palabra con el efecto producido (en cantidad, no en calidad). Decimos, por ejemplo:<ol><li>"El anuncio de la campaña de invierno tuvo una efectividad del 50 %”. Es decir, se consiguió el objetivo en un 50 %. Entonces podríamos añadir que esta campaña no es muy Efectiva.</li><li>"La efectividad de las medidas tomadas no soluciono el problema". Aquí la Efectividad es cero, es decir el nivel de efecto es nulo.</li></ol></p><p>Después de esta retahíla de declaraciones y puestas en común vamos a sacar conclusiones. ¿Que es más interesante? ¿Ser Eficaz? ¿Ser Eficiente? ¿Ser Efectivo?</p><p>Depende del contexto en algunos casos será mejor una cosa que otra, si bien, “Ser Eficaz” y “Ser Efectivo” es casi lo mismo, con lo que debemos formular de nuevo... ¿Que es más interesante? ¿Ser Eficaz? o ¿Ser Eficiente? Pues sin lugar a dudas, la mezcla de ambos. Me explico. Si solo somos Eficaces significa que estamos dejando de lado el coste a la hora de obtener objetivos, y esto no es una cuestión menor, pues conseguir objetivos con mucho coste nos lleva a la ruina (personal, financiera, familiar). Si solo somos Eficientes, conseguiremos los objetivos que nos permitan los costes, claro que, como los costes siempre parecen excesivos, con el animó de ajustarlos, estaremos menguando los objetivos.</p><p>La formula ideal, para mi, es está: Eficacia + Eficiencia = 100% de los objetivos = Coste razonable Desde el punto de vista estrictamente de la persona, la consecución de nuestros objetivos personales, empresariales, laborales, familiares, etc... SOLO es aceptable si sus costes son razonables (sin impacto negativo en la familia, sin mengua significativa del patrimonio, sin detrimento de la salud, sin menoscabo de la dignidad, etc.).</p><p>Esto en un proceso de coaching se conoce como “Estudio de la ecología de los objetivos” (entendiendo aquí como 'ecología', el impacto que un objetivo deseado puede tener en nuestras vidas).</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-65078030444395229112009-05-27T08:46:00.001+02:002009-05-27T08:54:41.276+02:00Relacionarse con<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Describimos aquí “<b>relacionarse con</b>” como el modo de vivir con su medio ambiente y consigo mismo, que tiene cada persona.</p><p>Decimos en ocasiones que tal persona “se relaciona con ...” cuando también podríamos decir “como percibe” o “como vive”.</p><p>Este enfoque es interesante pues denota a priori, que esa relación puede existir, o no existir (mejor dicho, se puede dar, o no), y también que en caso de que exista, que hay diferentes maneras de llevarla a cabo.</p><p>Un ejemplo. Vamos a analizar como una persona, llamemosla Ana, “se relaciona con su pasado”.</p><p>De esta forma de expresarnos sacamos las siguientes conclusiones:<br /><ol><br /><li>Que Ana tiene un pasado (obvio)</li><br /><li>Que puede querer “relacionarse”, es decir, rememorarlo (o lo que es lo mismo, traerlo a la memoria)</li><br /><li>Que puede no querer “relacionarse”. Es decir, que aun teniendo pasado, decide no rememorarlo.</li><br /><li>A partir del caso (b) puede elegir hacerlo desde diferentes puntos de vista. Estos pueden ser...</li><br /><ul><li>De forma positiva</li><br /><li>Creativa</li><br /><li>Negativa</li><br /><li>Con pesar</li><br /><li>Con alegría</li><br /><li>Con remordimiento</li><br /><li>Con añoranza</li><br /><li>Con asco</li><br /><li>Otras</li><br /></ul><br /></ol><br /><p>En definitiva, puede “relacionarse” a través del filtro de una emoción.</p><p>Es necesario aquí diferenciar lo que es una mera rememoración, que lo único que aporta son datos (es decir, información), de lo que es su interpretación (“relacionarse con”), en la cual intervienen y aparecen las emociones.</p><p>Siguiendo con el ejemplo, Ana recuerda que un día estuvo en la playa con sus padres y hermanos cuando tenía siete años de edad, cerca del pueblo de su abuela materna. Hasta aquí son solo datos.</p><p>Seguidamente aparece la emoción de alegría y añoranza, pues recuerda que se lo paso muy bien y que fue un día especialmente feliz de su niñez. Si sigue profundizando en los detalles de su memoria con respecto a ese día, se acuerda de que perdió un prendedor de pelo al que tenía mucho apego. Aparece aquí el sentimiento de perdida.</p><p>Esto nos hacer ver que Ana se “relaciona con” su pasado de varias maneras, dependiendo del momento exacto que le venga a la memoria. Si la mayoría de los recuerdos tienen un “filtro” parecido, entonces Ana se relaciona con su pasado, generalmente por medio de ese “filtro”, es decir, de esa emoción.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-52785095582367344272009-04-28T09:22:00.009+02:002009-07-23T11:10:16.562+02:00Enfoque<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Este es un vocablo que generalmente asociamos con la fotografía, y en una acepción más profunda, con la óptica (¿Que es la fotografía sino un sistema óptico?).</p><p>Con respecto a nuestra vida, entorno en el que vivimos, las cosas que nos pasan, el futuro, etc... el uso de conceptos y expresiones procedentes de la óptica es muy habitual (entendiendo óptica como una ciencia, y no como una establecimiento de venta de gafas).</p><p>Esto es debido a que la visión es un elemento fundamental para el trascurrir de la vida. He de aclarar que utilizo visión no como un simple concepto óptico, sino como concepto más amplio, más acorde con la definición “percepción de la realidad”.</p><p>¡Que importante para nuestro devenir vital es la percepción de lo que nos rodea!.</p><p>Pero ¿Por que? Porque de la visión que nosotros tengamos sobre algo, sacaremos las correspondientes conclusiones, lo que a su vez nos permitirá relacionarnos con eso de una manera concreta, que a su vez nos proporcionara una nueva visión, y de esta, una nueva conclusión, y así sucesivamente.</p><p>Si en este proceso permanente de visión-conclusión-relación, el primer paso no se ajusta a la realidad, es fácil imaginar que a partir de ese momento, el proceso se deforma y perturba, con lo que nuestra vida (en relación a eso) está abocada al fracaso, o en el mejor de los casos, a un destino que en principio no es el deseado.</p><p>Por ello, la principal función de los coachs, es la de ajustar la visión del cliente, para que este pueda obrar en consecuencia, y alcanzar su objetivo de vida, sin demoras y sin distorsiones.</p><p>En resumidas cuentas ¡Que importante es un enfoque adecuado para obtener unos resultados adecuados!</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-20447655892136650472009-03-03T13:34:00.003+01:002009-03-03T13:42:37.120+01:00La desmotivación endógena<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>La desmotivación puede surgir desde dos puntos diferentes:<ul><li>Desde el entorno que nos rodea que llamaríamos desmotivación externa o exógena</li><li>Desde nosotros mismos, que llamaríamos interna o endógena.</li></ul></p><br /><p>Me interesa especialmente la desmotivación endógena por ser la que habitualmente se detecta menos y suele tener un desarrollo más prolongado y profundo en la vida de las personas.</p><p>Antes de continuar creo que es necesario describirla y reconocerla.</p><p>Se podría resumir diciendo que es la “perdida de la motivación” -aunque esto nos podría hacer creer que la motivación es algo como una “cosa” que se puede dejar olvidada en un taxi, o encima del piano.</p><p>Para ser un poco más específicos podríamos declarar que la motivación se obtiene con cierto esfuerzo y que su mayor o menor cantidad, no se puede medir en unidades. Su efecto contrario, sería la desmotivación, si bien no en un sentido aritmético ( desmotivación = motivación * -1 ) , si en un sentido de magnitudes térmicas ( tomando como base la física térmica, el frió es la ausencia de calor, pues en nuestro caso la desmotivación es la ausencia de motivación ).</p><p>Con esta primera base podemos definir que la desmotivación interna o endógena es la falta de motivación originada por nosotros mismos.</p><p>Vaya, con esta proposición nos queda preguntar ¿Para que hace alguien semejante cosa? La respuesta raramente se respondería en sentido positivo, aunque el conocer la respuesta en este caso no nos lleve demasiado lejos.</p><p>Propongo entonces otra pregunta ¿Por que hace alguien semejante cosa? Bien, esto nos sumerge en el profundo mar de las interioridad de la persona y puede ser labor de años descubrir esas causas y poder llegar a poner remedio.</p><p>Llegados a este punto se me ocurre una tercer pregunta ¿Como hace alguien semejante cosa? La respuesta a esta pregunta nos lleva directamente a la actividad desmotivadora, y nos permite identificar las pautas y modelos que llevan a esa persona a “boicotear” y desgastar su motivación.</p><p>Este punto es vital para que el comportamiento y las creencias desgastantes sean analizados, y como si de unas simples bacterias hablásemos, fueran eliminados por causa de una oportuna vacuna que las haga desparecer para que la motivación no se vea mermada.</p><p>La desmotivación tiene elementos comunes en todas las personas. Pueden originarse como resultado de un comportamiento (el hábito de comer mucha cantidad provoca en la persona con sobrepeso la desmotivación respecto a tener mejor salud y mejor figura corporal), o como resultado de una creencia (“como a mi no me sale nada bien, no voy tampoco a poder con este asunto” lo que provoca la desmotivación por hacer eso bien, y en último termino incluso por hacerlo). En algunas ocasiones son las emociones las que provocan el boicot (“me produce pánico pensar que si tengo que conducir, pueda causar un accidente”, lo que origina la imposibilidad de sacarse el carnet de conducir, o si ya lo tuviera, de conducir un vehículo).</p><p>Para la resolución de este problema de desmotivación endógena se necesita:<ol><li>Identificar los elementos boicoteadores</li><li>Analizarlos, y, .... o bien eliminarlos, o bien sustituirlos por elementos motivadores</li></ol></p><p>Este proceso, que aquí se resume de forma tan sencilla, es mucho más laborioso en la vida real. Pero con la técnica del coaching, trabajando comportamientos, emociones y creencias, es como mejor se puede combatir la desmotivación endogena.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-3731651611294612552009-01-15T17:14:00.009+01:002009-07-09T08:37:02.688+02:00La Responsabilidad<div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms; font-size: 14px;line-height:18px"><p>Este artículo versa sobre como los seres humanos ejercemos eso que llamamos Responsabilidad.</p><p>El concepto de Responsabilidad en el ser humano no es un elemento banal pues hoy en día (principios del siglo XXI) es un concepto que vuelve a la palestra de la opinión, según unos, por causa de su desaparición, ya sea en la política, en la familia, en los grupos sociales y en definitiva en el comportamiento de las personas, según otros, por la necesidad de revisar y ajustar este termino para hacerlo más acorde con las ideas de este tiempo, despojándolo de antiguos empleos y otros usos desaconsejados.</p><p>Como me encuentro más bien en el segundo grupo, empezaré por revisar sus orígenes y usos heredados.</p><br /><p style="text-decoration: underline;">ORIGEN DEL TERMINO</p><p>Su origen está en el vocablo latino <span style="font-style: italic;">responsum</span> que es supino de <span style="font-style: italic;">respondere</span>, responder. Entonces etimologicamente, significaría:</p><br /><p style="padding-left: 30px; font-weight: bold;">Habilidad de responder</p><br /><p style="text-decoration: underline;">DEFINICION FORMAL</p><p>Formalmente las definiciones que aparecen en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, son:<ul><span style="font-weight: bold;">responsabilidad</span><br /><li>f. Cualidad de responsable.</li><li>f. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal.</li><li>f. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado.</li><li>f. Der. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.</li></ul><ul><span style="font-weight: bold;">responsable</span><br /><li>adj. Obligado a responder de algo o por alguien.</li><li>adj. Dicho de una persona: Que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.</li><li>com. Persona que tiene a su cargo la dirección y vigilancia del trabajo en fábricas, establecimientos, oficinas, inmuebles, etc.<br /></li></ul></p><br /><p style="text-decoration: underline;">MI DEFINICION</p><p>En el caso que nos ocupa la definición de responsabilidad está circunscrita al entorno propio de la persona -en un primer momento-, proyectándose de forma natural a la sociedad en la que vive.</p><p>Según mi propio criterio, es:</p><blockquote style="padding: 5px; background-color: rgb(204, 204, 255);">La potestad de asumir y ejercer en libertad un compromiso, ya sea con uno mismo, ya sea con otras personas.</blockquote><p>Antes de proseguir quiero dejar bien delimitado que compromiso lo utilizo aquí como "hacerse cargo de ...", y no con el sentido de promesa.</p><p>Esta definición se plantea desde una perspectiva <span style="font-style: italic;">apriorística</span>, es decir, que la persona decide y elige entrar en el compromiso antes del hecho en si, contrariamente a como se plantea en las definiciones segunda, tercera y cuarta del D.R.A.E. donde se utilizan formas verbales que indican hechos o situaciones <span style="font-style: italic;">a posteriori</span>.</p><br /><p style="text-decoration: underline;">ANTES DE LA EJECUCION DEL HECHO</p><p>De esta manera la persona autenticamente responsable es la que aun no sabiendo como sucederán los hechos, elige libremente algo que le compromete con su resultado, ya sea que este sea positivo o sea negativo. Esta es la grandeza de la responsabilidad puesto que el compromiso deja de serlo con respecto al resultado y se asocia al hecho.</p><p>La persona que así decide se compromete con la vivencia y participa de ella no importándole cual sea el resultado. Bien, esto podría parecer exagerado, no se trata de que no le importe el resultado, claro está, seguramente le importara y mucho, pero no prescinde de la vivencia ante la posibilidad de que el resultado no sea de su agrado. En ese momento la atención se fija en el hecho comprometido, dejando como pendiente el propio resultado.</p><p>Esto que parece tan evidente, no lo es tanto si entendemos que muchas personas evitan comprometerse con alguna vivencia, por la posibilidad de que esta misma no tenga el resultado esperado.</p><br /><p style="text-decoration: underline;">DURANTE EL HECHO</p><p>Cuando la responsabilidad ha sido aceptada, no queda sino ejercerla. Esto no significa que se deba hacer algo en concreto. Aquí la ejecución de la misma no es en sí una tarea tangible, como coger un objeto o conducir un coche.</p><p>Ejercer la responsabilidad es permanecer en situación de responsable desde el momento en que se acepto el compromiso, hasta su fin pactado. En todos los casos esto supone supervisión, control y dirección del hecho comprometido, si bien esto no queda claro para muchas personas, pero bueno esto es un tema que trataremos más adelante.</p><p>Lo importante aquí es que esta es la fase primordial y productiva del proceso. De la adecuada ejecución de la misma se producirán los resultados esperados (o no).</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-79029004994568680142009-01-09T14:11:00.002+01:002009-01-09T14:16:52.267+01:00Momentos luminosos (y II)<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>¿Cuantas veces durante el año nos ponemos delante de nuestro YO? ¿Que hacemos en esos momentos?</p><br /><p>Esas pocas veces que durante un año somos capaces de reconocernos, de revisarnos sin filtros ni caretas, de vernos contrastados contra el fondo de nuestro entorno, esos momentos que llamamos “Momentos luminosos”, la mayoría de las veces, en un arrebato de auto-sinceridad, sin engaños ni otros compromisos, nos preguntamos por nuestra deriva vital, nuestra trayectoria en este mundo.</p><br /><p>Es en esas veces en las que nos damos cuenta que generalmente no somos capaces de contestarnos. Así mismo nos damos cuenta que no tenemos, eso que ahora esta de moda de, una “hoja de ruta”.</p><br /><p>¡Uhhhmmm! Se preguntará el lector... ¿Eso se puede tener? ¿Es necesario?</p><br /><p>Empezare contestando por la segunda cuestión. No es necesario para vivir. Punto. La gran mayoría de las personas que componen eso que se llama “la humanidad” no tienen, ni tendrán una “hoja de ruta”.</p><br /><p>Digamos que estamos hablando de algo que pudiera ser calificado en ciertos lugares de un “lujo innecesario”, sobre todo si no sabe si ese día podrás comer, o si tu vida corre serio peligro. Bueno, pero eso se da en otras circunstancias.</p><br /><p>Para los componentes de las sociedades del primer mundo, sin llegar a ser completamente necesario, cada día que pasa se puede apreciar, que es un valor más y más importante. ¿Que persona que quiera llegar a hacer con su vida algo importante no se plantea una estrategia, o por lo menos, una dirección a la que dirigirse? ¿Como sino se pueden conseguir los objetivos deseados, sino es con algún tipo de orientación?.</p><br /><p>Ahora voy a por la primera cuestión. Claro que se puede tener. De alguna manera, en otros tiempos esto es daba de varias formas:</p><br /><ul><br /><li>Un padre o madre que dejaba un negocio en marcha a sus hijos</li><br /><li>Un saga de profesionales (padres notarios-hijos notarios, padres médicos-hijos médicos)</li><br /><li>Vocaciones impuestas por los padres (religiosos, militares, intelectuales, etc.)</li><br /><li>Vocaciones sobrevenidas en época juvenil</li><br /><li>Sueños de juventud (viajar por el mundo, tener muchos hijos, ser dueño de un negocio)</li><br /></ul><br /><p>En resumen, se hacía de manera semi consciente. Me explico. El sujeto planeaba (o le planeaban) la vida en pro de un objetivo, pero no se procedía al estudio y aplicación sistemática y abierta de una estrategia (exceptuando en casos muy concretos), como ahora se hace.</p><br /><p>Y ¿Como se hace ahora?</p><br /><p>Ahora, en muchos casos, las personas, aun conociendo sus objetivos, cuentan con profesionales que les asisten en su camino y trayectoria vital. Es es debido a que las sociedades, las relaciones humanas, las circunstancias del mundo moderno, son más diversas y más complejas.</p><br /><p>Por ejemplo, antes el que quería ser militar se apuntaba al ejercito y a recorrer el escalafón con esfuerzo y paciencia. Ahora se necesitan además conocimientos técnicos, idiomas, diplomacia y en no pocos casos psicología y PNL (Programación Neurolingüistica).</p><br /><p>Pero sobre todo el hombre/mujer de hoy en día no busca solo el objetivo tangible de posicionarse laboralmente en la sociedad; también busca tener una vida equilibrada entre los laboral y los personal, compartirla con la o las personas que más se ajusten a ese ideal de vida, ser razonablemente feliz, disfrutar de los frutos de su esfuerzo, en resumen, tener una vida satisfactoria y sobre todo, y por encima de lo demás, QUE TENGA SENTIDO.</p><br /><p>Todo ello provoca que las propias capacidades, de los valores y creencias que cada persona atesora, deba ser ajustado para conseguir el objetivo deseado, y eso, mal que nos pese, es muy, pero que muy difícil hacerlo como se suele decir “a pelo”. Es necesario hacerlo con ayuda de un profesional. En unos casos si el objetivo es muy, digamos, técnico, lo más aconsejable será la asistencia de un mentor (persona que supervisa, y en algunos caso forma, la progresión profesional o académica de un pupilo).</p><br /><p>Para el resto de objetivos no tan técnicos, la asistencia más adecuada será la de un Coach Personal, ya sea orientando el proceso de Coaching más hacía la carrera profesional, ya hacía la vida privada.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-82296946918834107692008-12-30T12:53:00.004+01:002008-12-30T13:00:57.352+01:00Momentos luminosos (I)<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br /><p>Aunque el título de este artículo pudiera parecer el eslogan de una campaña de publicidad, no pretende sino hacer mención de esos escasos brotes de iluminación que todos sentimos de vez en cuando.</p><br /><p>Habitualmente, y de manera rutinaria, el quehacer de nuestras vidas está ya prefijado. Ya sea por influencia de otros o por nuestra propia voluntad, la rutina diaria en la que la inmensa mayoría de las personas nos movemos, componen el personaje que diariamente, un día tras otro, representamos dentro de nuestros ámbitos sociales.</p><br /><p>Este papel que “nos ha sido asignado” lo representamos tan bien que incluso cuando nos encontramos solos seguimos manteniendo, como si temieramos que nos pudieran estar viendo.</p><br /><p>Este personaje nos sirve para acomodarnos a la “representación” que es la vida y la sociedad, y dificilmente vamos a dejarlo pues nos proporciona protección y aceptación.</p><br /><p>Las sociedades, para su funcionamiento, necesitan personas que encajen y aunen esfuerzos. Los marginados o automarginados, los que son muy diferentes, los que no encuentran acomodo social no sirven para el esfuerzo común. Desde muy pequeños se nos enseña esto y durante el aprendizaje de vida hasta la madurez, buscamos nuestra posición en la sociedad, lo que se concreta buscando un hueco en la familia, el trabajo, los amigos, las asociaciones, la población, etc... algunos con mayor amplitud que otros. Pero al fin en cuentas, casi todos (siempre hay excepciones).</p><br /><p>Esto en si ni es bueno ni es malo, forma parte del carácter social del hombre.</p><br /><p>El problema se da cuando el papel “social” que representamos se pone por encima de la persona, dejando esta de ser quien realmente es para ser el “personaje” que representa. Llegado a este punto se pueden dar dos circunstancias:</p><br /><ol><br /><li>Que la persona se de cuenta de que está representando un papel</li><br /><li>Que no se de cuenta y que abunde en su representación</li><br /></ol><br /><p>En el segundo caso el escenario que se suele presentar es el de los trastornos de personalidad con lo que se entra de lleno en el campo de la enfermedad psíquica.</p><br /><p>El primer caso es tán abundante que se podría decir, sin exagerar, que le ocurre a todo el mundo alguna vez en la vida, sobre todo durante la adolescencia, y en fases posteriores.</p><br /><p>Volviendo al título del artículo, es precisamente en esos “momentos luminosos” cuando nos preguntamos por nosotros mismos, y somo capaces de diferenciar la persona que somos del papel que representamos.</p><br /><p>Casualmente (pero no tan casual) es momentos se suelen producir en épocas del año en la cual se cambia la rutina diaria de “trabajo-descanso-trabajo-descanso” y así sucesivamente. Estas épocas son normalmente dos, la etapa vacacional y las navidades.</p><br /><p>Es a partir de estas fechas en la que se dan más separaciones de pareja, cambios de trabajo, comienzo de actividades nuevas, visitas a coachs y psicólogos, y todo aquello que tenga relación con el cambio en las personas.</p><br /><p>Pero ¿Por que? Bueno, esto ya da para otro artículo.</p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-81492751407383440242008-12-19T10:59:00.010+01:002008-12-19T11:30:37.836+01:00Cambiarse<div style="color: rgb(102, 102, 102); font-family: trebuchet ms;"><br /><br /><br /><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt;float:left;width:44px;height:52px;border:0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoNWbBDCJ4mUHd4eF7F8A_a6WHRCi7poWG46c6y6mlDNDtH6PhhAsh4sgkHRj1LSwMQwO82qzqWanir2r7r6aQTXyRYgD8TjXnQPOm1oiuZRYaWZ7RtoZ4IY5J34459mfW5rgr0qwYuIY/s320/gullmta.gif" alt="Quotes" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5281438969118086274" /><span style="font-size:130%;"><span style="font-style: italic;">Cambiarse es aceptar cambiar la percepción que tenemos del mundo,<br />de nosotros mismos y de los otros.</span></span><br /><br /><br /><a href="http://www.idp.qc.ca/html/annie_marquier2.html" target="_blank">Annie Marquier</a><br /><br /><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-5071493621098111572008-10-28T14:26:00.002+01:002008-10-28T14:30:36.080+01:00¿Que hacer cuando ya hemos tomado una decisión?<div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;font-size:14px;"><br />Vaya, pero... ¿Es esto un dilema?.<br /><br />A bote pronto y siendo un tanto frívolos, no lo es. Si la decisión está tomada, ya nos hemos alejado del “problema” de tener que elegir una opción. La solución está ya en la mano. Ya la hemos encontrado, pero.... ¿Queda algo?<br /><br />Si, claro que queda. Nada menos que hacer efectiva la decisión tomada. ¡Casi nada! Y algo no menos importante, acompañar, hasta su finalización, la realización de la opción elegida, poniendo en ella todo lo que en nuestra mano sea necesario, para que los resultados esperados sean los resultados obtenidos.<br /><br />Es un gran mal que acontece a mucha gente, que creen que optando por algo, ya lo han conseguido todo. Realmente, como se ha dicho en otras circunstancias, tener clara la opción a tomar es el 50% del camino recorrido. En esto estoy de acuerdo, pero que quede claro que solo es la mitad del 100%, es decir, la mitad de todo lo que queremos.<br /><br />Además esta mitad no es tangible. Pondré un ejemplo. Una muchacha que ha acabado su estudios medios, se ve ante la tesitura de elegir hacer una carrera de ciencias entre varias opciones. Se toma cierto tiempo en conocer y valorar las diferentes opciones que puede tener según la elección de asignaturas en bachillerato, según sus notas y según su nivel adquisitivo (bueno, el de sus padres). Cuando ya tiene la lista de posibles carreras, se toma su tiempo para elegir entre cada uno de ellas. Por fin, elige una y es consciente de que esa es la que quiere realmente realizar.<br /><br />Bien, podríamos decir en este punto que ya tiene el 50%. Si, lo tiene, pero ¿De que?.<br /><br />Aquí está el asunto. Esa mitad obtenida no es en si de la carrera elegida (a nadie la van a convalidar varios cursos de una carrera solo por haberla elegido), sino el 50% de su elección de futuro, de su OBJETIVO DE VIDA. Aun así, tengo dudas que fuera el 50% de su objetivo de vida, yo diría más bien que es el 50% de uno de sus objetivos parciales (en este caso, tener estudios superiores).<br /><br />Con este ejemplo quiero hacer ver que llegado a este punto hemos llegado muy lejos en nuestro posicionamiento vital, pero ahora nos queda por hacer en si el camino elegido (en el caso del ejemplo, estudiar la carrera universitaria y acabarla).<br /><br />Es de todos conocidos que cuando alguien sabe lo que quiere y sabe como obtenerlo, lo obtiene con menos esfuerzo y con mejor resultado, que alguien que hace algo sin tener claro si realmente lo quiere.<br /><br />Esto se llama MOTIVACIÓN, que viene de tener un motivo, es decir, una causa por la que vivir, o luchar.<br /><br />¡OJO! La motivación no es solo una, pueden ser varias, incluso muchas. Podemos tener (de echo las tenemos) motivaciones para cada cosa. Motivación para estudiar algo, para ver la tele el fin de semana, para quedar con los amigos, para no quedar con quien no me gusta, para invertir, para quedarse en casa el viernes por la noche, etc...<br /><br />Pero de la motivación hablaremos en otra ocasión.<br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7495873414836760155.post-16996555072778678472008-10-15T11:51:00.005+02:002008-10-15T12:38:40.170+02:00¿Como analizar las opciones que se nos presentan en la vida?<div style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms; font-size: 14px;"><br />Es bastante frecuente que antes los dilemas que se nos presentan, incluso ante pequeñas decisiones, nos quedemos bloqueados, y no sepamos que hacer.<br /><br />Si esto se repite con mucha frecuencia, hay que reconocer que necesitamos una ayuda profesional para estudiar y evaluar nuestra actitud y capacidad, con el fin de modificar aquello que nos tiene bloqueados.<br /><br />Si esta situación no es tan frecuente, sino más bien circunstancial, podemos seguir un pequeño guión a modo de procedimiento. Los pasos a seguir serían estos:<br /><ol type="a"><br /><li style="font-weight: bold;">Identificar el punto de bloqueo</li><br /><dt>Esto es, estudiar desde donde parte la situación o caso, el camino que he seguido, y por fin, en que punto me encuentro.</dt><br /><li style="font-weight: bold;">Identificar el dilema que nos plantea el bloqueo</li><br /><dt>Más concretamente, resumir en una frase corta el bloqueo. Normalmente será una pregunta. Por ejemplo, «¿Que hago a partir de aquí?» «¿No se que hacer?», o «¿Que opción elijo?». Este es el dilema.</dt><br /><li style="font-weight: bold;">Filtrar el dilema</li><br /><dt>Es necesario que entendamos si lo que realmente tenemos es un bloqueo (algo así como “me he quedado en blanco”), o realmente me encuentro ante una situación dificil. Vamos a definir aquí difícil como: “<span style="font-style: italic;">tengo muchas opciones, por lo menos más de tres; no hay ninguna especialmente destacada; todas parecen suficiente positivas (o negativas) y están muy igualadas</span>”. Es decir, ese tipo de casos en los cuales la duda nos asalta pues no somos capaces de identificar una opción claramente “ganadora” (o menos “perdedora”).<br />Los dilemas que no coincidan con esta descripción no se deberían considerar difíciles. Si nuestro dilema no es de estos y aun así estamos bloqueados, es que tenemos alguna limitación o creencia que nos bloquea. En ese caso hazte ayudar por un Coach Personal.</dt><br /><li style="font-weight: bold;">Refinar el dilema</li><br /><dt>Haciéndonos la siguiente batería de preguntas, que nos ayuda a despiezar el asunto para acometerlo paso a paso. Esta secuencia se hace resolviendo cada paso, sin progresar hasta el siguiente, sino se ha resuelto el actual.<br /><ol type="1"><br /><dt>Los pasos son:</dt><br /><li>Llegados a este punto ¿Entiendo REALMENTE bien el asunto?</li><br /><li>¿Me engaño en algo? Se sincero contigo. Si te engañas vuelve al punto anterior<br /></li><br /><li>¿He planteado todas las opciones? ¿Alguna más?</li><br /><li>¿Tengo claras todas las opciones?</li><br /><li>¿Tengo toda la información que necesito? Si me falta información, ¿Donde la puedo obtener?<br /></li><br /><li>¿Tengo claras las consecuencias de cada opción?</li><br /><li>¿Estoy dispuesto a asumir las consecuencias? Eliminar de la lista de opciones aquellas en las que se halla respondido que NO.</li><br /><li>Con las opciones que me quedan ¿Soy libre de elegir una de ellas? Si no lo fueras deberías identificar que o quien no te permiten ser libre. </li></ol><br /></ol><br /><p>Si nos hemos encontrado con dificultades para respondernos estas cuestiones, o para pasar por este pequeño procedimiento, es que necesitamos ayuda externa y lo más razonable sería solicitar la ayuda de un Coach Personal.<br /></p><br /></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/18344592645698346375noreply@blogger.com0